Universitario en Madrid - ayto-laviana
Universitario en Madrid y primeros escarceos literarios
[Texto: Francisco Trinidad]
Obtenida la licenciatura en Derecho en la Universidad Central de Madrid en 1874, llegó a desempeñar interinamente, durante algunos meses, la cátedra de Economía Política en la Escuela de Estudios Mercantiles de San Isidro y la cátedra de Derecho Civil de la Universidad de Oviedo, en la que sustituyó a Félix de Aramburu. Pero su vocación habría de orientarse definitivamente hacia la literatura, que lo había ganado para su causa en Madrid, donde había compartido pensión, proyectos e ilusiones con Alas, Tuero y Pío Rubín, y donde frecuentó algunas tertulias literarias, como las del Café Suizo y la de la Cervecería Escocesa. A esta ultima asistían, entre otros, Adolfo Posada, Eugenio Sellés, Sánchez Guerra y Mariano de Cavia, y por la ironía y mordacidad de que hacían gala y alarde sus miembros fue bautizada como "Bilis Club".
Socio activo del Ateneo en la época en que fue presidente Cánovas del Castillo, contribuyó a formar en él, en compañía de otros jóvenes independientes, la tertulia de la "Cacharrería", que es todavía hoy uno de los activos de la institución. Poco a poco, en aquel viejo caserón de la calle Montera en que entonces se ubicaba el Ateneo, fue dejándose arrastrar hacia la vida literaria, a la que había accedido de refilón, y bajo seudónimo, a los quince años con un artículo publicado en un medio avilesino. Fundó con sus inseparables Tuero y Alas un semanario de corta existencia y hoy totalmente desaparecido, Rabagás, que el propio Palacio Valdés satirizaría años más tarde. Luego vinieron las colaboraciones periodísticas en El Cronista, La España Moderna, Revista de Asturias o Arte y Letras, entre otras publicaciones.
Estos primeros libros fueron de crítica literaria. Los oradores del Ateneo y Los novelistas españoles, ambas de 1878, y Nuevo viaje al Parnaso (1879) recogen algunos de sus artículos en la Revista Europea, de la que fue redactor y director. Asimismo La literatura en 1881, escrita en colaboración con Clarín, agrupa algunas críticas a las obras de teatro estrenadas aquel año.