Estas en:

Historia

Historia del municipio

Las primeras muestras prehistóricas de este concejo son de la Edad del Bronce como son los túmulos megalíticos de Cayacente y La Baúga y las hachas encontradas de Villoria y Tiraña. De su época castreña tenemos ligeras pistas como el castro de El Cercu, El Prau de Castiello y La Corona en Boroñes. Estos castros son atribuidos a la Edad de Hierro, pero no tienen una datación fija por su falta de excavación.

De su período romano hay pocas noticias fidedignas pues aunque se sitúan estructuras arquitectónicas como son el puente de Villoria o el torreón del Condao, además de explotaciones mineras, sus estudios más recientes sitúan sólo en esta zona una ruta romana que cruzaría el valle del Nalón para atravesar el puerto de Tarna.

De su época medieval hay pocas noticias también, pues algunas se consideran poco fidedignas. Lo que sí esta claro es la existencia de una demarcación con el nombre de Flaviana, cuyos representantes acuden al concilio ovetense del año 1115. En esta época un monasterio que estaba ya acaparando gran importancia era el de San Vicente de Oviedo. En estas fechas esta demarcación ya contaba con un cargo adscrito a su gobierno, teniendo ya gran importancia comarcal y regional debido a la ruta que cruzaba todo el valle del Nalón.

Fue en el siglo XIV, cuando la zona del Nalón sufre un cambio en su ordenación territorial y urbanística, así todas estas zonas se ven dotadas de un centro administrativo. La puebla que jerarquizaba el territorio de Laviana es de 1344. Se data la fundación de este villazgo a finales del siglo XIII. Como lugar de tránsito, Pola de Laviana no alcanzó gran desarrollo demográfico, pero su composición social sí marca una diferencia con su entorno agrario, así se supone la presencia en esta puebla de notario, herrero, carpintero, etc. Aparte del dominio patrimonial ejercido por el monasterio de San Vicente, también hay un influjo creciente de las familias señoriales.

En el siglo XIV, la situación del concejo de Laviana, continuaba con cotos que escapaban de la jurisdicción, estos eran los cotos de San Vicente y de Villoria, que mantendrían una estructura rural y ganadera teniendo que pagar el diezmo a sus señores y vivir bajo su jurisdicción marcada por el despotismo. Con la desamortización de Felipe II, es cuando algunos cotos son redimidos por el pueblo, como el coto del Entralgo incorporándose al concejo de Laviana, no consiguiendo otros cotos salir de las manos de sus señores, como el coto de Tiraña.
En el siglo XVIII, quedarán sólo dos enclaves en esta zona, el coto de Tiraña y el coto de Villoria. La guerra de la Independencia no tuvo especial incidencia, únicamente el paso de las tropas francesas por las rutas de Tarna y San Isidro, aquí sí hay algunos sucesos de heroísmo local. Las guerras carlistas en su tercera guerra destaca su participación ya que fuerzas armadas alcanzarían en sus correrías la mayor parte de Asturias incluyendo el concejo de Lena.

En el siglo XIX, hay nuevas transformaciones para Laviana, con el triunfo de las ideas liberales que traerían la disolución de todas las jurisdicciones señoriales y su incorporación a los respectivos concejos, así los cotos de Tiraña y Villoria se incorporan a la jurisdicción del Ayuntamiento de Laviana que adquiere la unidad administrativa que conserva hoy en día. Hay otro cambio sustancial, así el ferrocarril de Langreo se extiende hasta la terminal de Pola, lo que traerá a Laviana el desarrollo minero e industrial. Se funda la empresa Coto Musel que dejará una gran cantidad de cambios en la estructura de Laviana. Todas estas nuevas actividades produjeron notables cambios en las condiciones de vida y en las ideas ya que hasta mediados de este siglo este concejo era eminentemente agrario. Esto nos lo demuestra la crisis de subsistencia de 1834.

En el siglo XX, ya tiene una gran actividad minera. Tuvo una especial incidencia la huelga de 1917 que fue suprimida con una dura represión que no lograría debilitar las ideas del movimiento obrero. En 1934 parte de su población participa en los sucesos revolucionarios de octubre que culminarían con la toma de la capital provincial. En la Guerra Civil, Laviana queda encuadrada en la zona Republicana y será el último reducto del Frente Norte en España. Una vez concluida la guerra, las partidas guerrilleras siguieron combatiendo, destacando la de Lisardo, siendo la zona una de las que tuvo una mayor represión, dejando sus más tristes episodios. Con la política económica franquista la actividad minera tuvo una sensible reanimación y un gran crecimiento demográfico. A partir de la década de los setenta hay una profunda crisis del sector minero, lo cual trajo la creación como un intento de reestructuración de HUNOSA que con el tiempo reunió la mayor parte de las explotaciones mineras. La única actividad minera, quedó reducida al pozo Carrio y muchas personas se desplazaron a las minas de la zona baja de la cuenca.